La suerte de vivir en un país como el Ecuador, rico y diverso en culturas y regiones, hace que “lo manual” sea parte constante de nuestra historia e identidad. No hay paseo familiar fuera de las ciudades grandes que no incluyan una visita al mercado artesanal local. Cuando llegan visitas extranjeras, el itinerario anfitrión incluye, en gran parte, el dar a conocer los rasgos diferenciales de nuestro país a través de su “handmade”.
El gusto por lo hecho a mano se ha convertido en tendencia mundial después de 2 años de pandemia. Hemos vuelto a entender esa conexión que genera el contacto de tus sueños con los materiales, y esa dopamina que ocasiona el CREAR.
Así es como, de tendencia se ha derivado en una moda que, por un lado, aporta al hecho de incrementar la demanda de algo que de verdad es “handmade”, al igual que el mal uso del término con fines de mercadeo e incremento de valor monetario hacia artículos que, si bien pueden ser hechos a mano, no involucran esos códigos que hacen muy difícil valorar, en dinero, una pieza “Hecho a Mano”.
Pero, si estamos inundados de piezas que se han creado manualmente, ¿cómo diferenciamos aquellas que verdaderamente cumplen el término de las que solamente lo “lavan”?
Aquí les dejo unas pautas para que consideren y apliquen el momento de buscar conectar con el handmade.
LOS CODIGOS:
1.SABER HACER: literalmente… se ha hecho a mano.
Tiene horas de esfuerzo manual y un mínimo de horas máquina. ¿Cómo lo reconocemos o cómo nos enteramos? Pues, Preguntando. Si una pieza ha sido a mano, su creador tardará la misma cantidad de horas contándote su proceso de creación que las horas que le tomó crearlo. Créeme. Escucha su historia y mira el brillo en sus ojos y el orgullo en sus manos.
Inclusive, los materiales de un artículo hecho a mano tendrán su propia historia y su propio camino hacia el taller.
Las técnicas manuales no se aprenden de un día para otro. La ancestralidad y habilidad se transmiten de generación en generación, se perfeccionan y crean un vínculo con los antepasados. Es por eso que éstas forman parte de la identidad y cultura de su comunidad.
2. TRANSPARENCIA: Una marca handmade no tiene ningún reparo en explicarte su técnica y generalmente te comparten toda su información con mucho orgullo. Las descripciones escuetas de una marca sobre quién hizo la pieza, dónde está su centro de producción, cuánto tiempo tomó, etc. es una señal de posible “washing.”
3. TRACEABILIDAD: Quiere decir que puedes conocer el camino de un producto en toda su cadena de valor, es decir, cada paso de su proceso de producción que agrega valor al producto desde su creación hasta su distribución. Inclusive, se llega al detalle del perfil de cada persona involucrada y el impacto positivo que este producto ha ocasionado en su familia y comunidad.
4. IMPACTO ENERGÉTICO Y TERAPEÚTICO: Un objeto hecho a mano dicen que alberga las emociones singulares de su creador. Sus sueños, esperanza, amor, nostalgia, penas. La belleza del handmade es imaginarse que, al crearlo, la persona está soñando con un futuro mejor, está invocando a sus ancestros o está transmitiendo sus emociones presentes. Muchas oraciones se tejen o bordan en el handmade. La carga energética de una pieza a mano es imposible de replicar.
No por nada, el trabajo manual es recomendado como terapia para muchos problemas de salud mental. ¿Pregunten el por qué?
4.TIEMPO: El tiempo de producción de un producto hecho a mano toma considerablemente más tiempo que uno que no lo es. Cada paso de creación tiene el ritmo que le permitan el movimiento y destreza de dos manos.
5.EXCLUSIVIDAD: Dos artículos hechos a mano difícilmente salen iguales. Puedes pedir el mismo color, puede tener la misma técnica, pero difícilmente será exactamente igual. Cada pieza creada será única e irrepetible.
6. VALOR: después de analizar todos estos puntos, es lógico deducir que un artículo así, que de verdad es handmade, va a costar más. Encontrar el material idóneo, prepararlo, aplicar una técnica heredada y montar su espacio físico o virtual para su venta involucran costos tanto monetarios como emocionales.
Tatuemos esto en nuestra mente: Algo handmade tendrá un precio justo.
Espero que estos códigos les apoyen la próxima vez que busquen un tesoro representativo local y que les evite el pasar de ingenuos. También espero que, al entenderlos y aplicarlos, aumente su apreciación por las creaciones hechas a mano y con eso, rebajemos la cultura del regateo y difundamos su valor real y cultural.
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